¡La falsa hierba sirena es diminuta! Las flores son más pequeñas que la cabeza de un alfiler. Fuente: Facebook- VFWD/Joshua Morse |
Después de desaparecer por más de un siglo se encuentra una planta "absolutamente diminuta"
La última vez que un botánico registró el avistamiento de falsa hierba sirena en este estado fue en 1916.
Grace Glynn, botánica del estado de Vermont, ha dedicado años a la búsqueda de la falsa hierba sirena, una planta que florece en primavera con delicadas flores que siempre se le ha escapado... y a todos los demás. Nadie había documentado la falsa hierba sirena en Vermont desde aquel año.
Sin embargo, todo cambió el mes pasado cuando Glynn recibió una foto enviada por un colega. En la imagen tomada el 7 de mayo por una bióloga estatal que inspeccionaba el hábitat de las tortugas, vislumbró la escurridiza flor en la esquina del encuadre.
"De alguna manera lo miré dos veces, me froté los ojos y no podía creer lo que estaba viendo esta planta", relató Glynn a WCAX.
Durante su visita al condado rural de Addison en el estado, hizo un descubrimiento impactante: cientos de ejemplares falsos de hierba de sirena en terrenos públicos y privados, marcando los primeros avistamientos confirmados en Vermont en más de un siglo.
El descubrimiento fue catalogado por el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Vermont como una "noticia botánica de última hora", según una publicación en Facebook anunciando el hallazgo.
No es de extrañar que la falsa hierba sirena (Floerkea proserpinacoides) haya pasado inadvertida durante tanto tiempo. Cada planta individual es diminuta, con flores del tamaño de una cabeza de alfiler, explicó el departamento. Incluso para expertos capacitados en su búsqueda, resulta difícil detectarla y puede pasar desapercibida fácilmente.
Además, esta planta solo emerge durante un breve período, generalmente desde finales de abril hasta principios de junio, lo que los botánicos llaman una planta "efímera".
Los botánicos también sospechan que las poblaciones de falsas hierbas sirena han sufrido debido a inundaciones extremas, la presencia de especies invasoras y el desarrollo humano. Su redescubrimiento representa "una señal de que una gestión efectiva por parte de propietarios de tierras y organizaciones conservacionistas puede realmente marcar la diferencia", según la publicación en Facebook.
No es de extrañar que la falsa hierba sirena (Floerkea proserpinacoides) haya pasado inadvertida durante tanto tiempo. Cada planta individual es diminuta, con flores del tamaño de una cabeza de alfiler, explicó el departamento. Incluso para expertos capacitados en su búsqueda, resulta difícil detectarla y puede pasar desapercibida fácilmente.
Además, esta planta solo emerge durante un breve período, generalmente desde finales de abril hasta principios de junio, lo que los botánicos llaman una planta "efímera".
Los botánicos también sospechan que las poblaciones de falsas hierbas sirena han sufrido debido a inundaciones extremas, la presencia de especies invasoras y el desarrollo humano. Su redescubrimiento representa "una señal de que una gestión efectiva por parte de propietarios de tierras y organizaciones conservacionistas puede realmente marcar la diferencia", según la publicación en Facebook.
La botánica Grace Glynn inspecciona un puñado de suelo fértil de llanura aluvial en busca de falsas semillas de hierba sirena, a la sombra del dosel de helechos de avestruz. (VFWD/Joshua Morse) |
"Es un rayo de esperanza... en un mundo que de otro modo sería sombrío", comentó Matt Charpentier, un botánico de campo de Massachusetts, a Jenna Russell del New York Times.
La última persona en documentar la presencia de la falsa hierba sirena en Vermont fue Nellie Flynn, una destacada botánica que dedicó su vida a la colección de plantas, acumulando un total impresionante de 22,700 especímenes de diversas partes del mundo. Este hecho resalta no solo la rareza de la planta, sino también el impacto perdurable del trabajo de Flynn en la comunidad botánica.
Sumergido en la emoción de redescubrir una planta perdida hace tanto tiempo, Glynn no pudo evitar reflexionar sobre el legado de Flynn y el significado histórico de su propia investigación. La conexión con el pasado botánico de Vermont, revivida por el hallazgo de la falsa hierba sirena, evocó sentimientos de continuidad y descubrimiento en el corazón de Glynn.
Este descubrimiento no solo representa un hito científico, sino también un tributo a la persistencia de la naturaleza y a la labor incansable de los pioneros botánicos como Flynn. La historia de la falsa hierba sirena se entrelaza ahora con la memoria de aquellos que la estudiaron antes, creando un puente entre generaciones de amantes de la botánica y conservacionistas en Vermont y más allá.
"Fue realmente asombroso tener esta planta en mis manos y pensar: 'Oh, Nellie Flynn probablemente fue la última persona en tocar esta especie aquí en Vermont, allá por 1916'", compartió Glynn con Zoe McDonald de la Radio Pública de Vermont. "Siempre me maravilla cómo estos hilos de la historia conectan a los botánicos entre sí, agregando una profundidad y riqueza aún mayor a una historia que ya es fascinante".
En Vermont, la clasificación estatal de la planta ha sido actualizada de posiblemente extinta y desaparecida a muy rara y en peligro crítico. Este cambio refleja no solo el redescubrimiento impactante de la falsa hierba sirena, sino también el reconocimiento de su vulnerabilidad y la necesidad urgente de conservación.
Como parte de los esfuerzos para preservar esta especie, Glynn planea enviar algunas de las semillas de la planta a un banco de semillas en Massachusetts especializado en la conservación de especies nativas de Nueva Inglaterra. Esta medida no solo asegura la supervivencia a largo plazo de la falsa hierba sirena, sino que también contribuye al esfuerzo colectivo de proteger la biodiversidad regional.
El redescubrimiento y la conservación de la falsa hierba sirena representan un testimonio poderoso del poder de la investigación científica y la colaboración en la conservación ambiental. Glynn y otros botánicos continúan escribiendo esta historia, asegurando que las generaciones futuras puedan también maravillarse con esta planta única y su historia entrelazada con el pasado botánico de Vermont.
Aunque la falsa hierba sirena ha sido redescubierta, el trabajo de los botánicos de Vermont está lejos de concluir: aún tienen aproximadamente 600 plantas nativas raras y poco comunes por buscar y, de ser posible, conservar en todo el estado.
Este redescubrimiento no es un evento aislado en Vermont. En mayo de 2022, un científico ciudadano encontró nueve ejemplares de una orquídea federalmente amenazada, conocida como pequeña pogonia verticilada, en el condado de Chittenden. Este descubrimiento marcó la primera vez que la planta había sido vista desde 1902, como señaló Ella Ruehsen en VTDigger en ese momento.
Estos hallazgos subrayan la importancia continua de la vigilancia botánica y la conservación en Vermont. La biodiversidad del estado sigue revelando sorpresas, cada una destacando la fragilidad y la resistencia de las especies que habitan en un entorno cambiante. Mientras los botánicos continúan explorando y protegiendo la flora nativa, estos descubrimientos recientes sirven como recordatorio del papel vital que desempeñan en la preservación de nuestro patrimonio natural.
Autor Rosa Célleri
Imagen de portada: ¡La falsa hierba sirena es diminuta! Las flores son más pequeñas que la cabeza de un alfiler. Fuente: Facebook- VFWD/Joshua Morse
La última persona en documentar la presencia de la falsa hierba sirena en Vermont fue Nellie Flynn, una destacada botánica que dedicó su vida a la colección de plantas, acumulando un total impresionante de 22,700 especímenes de diversas partes del mundo. Este hecho resalta no solo la rareza de la planta, sino también el impacto perdurable del trabajo de Flynn en la comunidad botánica.
Sumergido en la emoción de redescubrir una planta perdida hace tanto tiempo, Glynn no pudo evitar reflexionar sobre el legado de Flynn y el significado histórico de su propia investigación. La conexión con el pasado botánico de Vermont, revivida por el hallazgo de la falsa hierba sirena, evocó sentimientos de continuidad y descubrimiento en el corazón de Glynn.
Este descubrimiento no solo representa un hito científico, sino también un tributo a la persistencia de la naturaleza y a la labor incansable de los pioneros botánicos como Flynn. La historia de la falsa hierba sirena se entrelaza ahora con la memoria de aquellos que la estudiaron antes, creando un puente entre generaciones de amantes de la botánica y conservacionistas en Vermont y más allá.
"Fue realmente asombroso tener esta planta en mis manos y pensar: 'Oh, Nellie Flynn probablemente fue la última persona en tocar esta especie aquí en Vermont, allá por 1916'", compartió Glynn con Zoe McDonald de la Radio Pública de Vermont. "Siempre me maravilla cómo estos hilos de la historia conectan a los botánicos entre sí, agregando una profundidad y riqueza aún mayor a una historia que ya es fascinante".
En Vermont, la clasificación estatal de la planta ha sido actualizada de posiblemente extinta y desaparecida a muy rara y en peligro crítico. Este cambio refleja no solo el redescubrimiento impactante de la falsa hierba sirena, sino también el reconocimiento de su vulnerabilidad y la necesidad urgente de conservación.
Como parte de los esfuerzos para preservar esta especie, Glynn planea enviar algunas de las semillas de la planta a un banco de semillas en Massachusetts especializado en la conservación de especies nativas de Nueva Inglaterra. Esta medida no solo asegura la supervivencia a largo plazo de la falsa hierba sirena, sino que también contribuye al esfuerzo colectivo de proteger la biodiversidad regional.
El redescubrimiento y la conservación de la falsa hierba sirena representan un testimonio poderoso del poder de la investigación científica y la colaboración en la conservación ambiental. Glynn y otros botánicos continúan escribiendo esta historia, asegurando que las generaciones futuras puedan también maravillarse con esta planta única y su historia entrelazada con el pasado botánico de Vermont.
Aunque la falsa hierba sirena ha sido redescubierta, el trabajo de los botánicos de Vermont está lejos de concluir: aún tienen aproximadamente 600 plantas nativas raras y poco comunes por buscar y, de ser posible, conservar en todo el estado.
Este redescubrimiento no es un evento aislado en Vermont. En mayo de 2022, un científico ciudadano encontró nueve ejemplares de una orquídea federalmente amenazada, conocida como pequeña pogonia verticilada, en el condado de Chittenden. Este descubrimiento marcó la primera vez que la planta había sido vista desde 1902, como señaló Ella Ruehsen en VTDigger en ese momento.
Estos hallazgos subrayan la importancia continua de la vigilancia botánica y la conservación en Vermont. La biodiversidad del estado sigue revelando sorpresas, cada una destacando la fragilidad y la resistencia de las especies que habitan en un entorno cambiante. Mientras los botánicos continúan explorando y protegiendo la flora nativa, estos descubrimientos recientes sirven como recordatorio del papel vital que desempeñan en la preservación de nuestro patrimonio natural.
Autor Rosa Célleri
Imagen de portada: ¡La falsa hierba sirena es diminuta! Las flores son más pequeñas que la cabeza de un alfiler. Fuente: Facebook- VFWD/Joshua Morse
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