Un descubrimiento extraordinario en una tumba romana en Carmona, España. Entre los restos óseos de seis individuos, los investigadores encontraron una urna funeraria de vidrio que contenía un líquido rojizo. Con más de 2.000 años, este líquido ha sido identificado como el vino más antiguo jamás descubierto, y sus orígenes se remontan a la Andalucía romana. El proceso de identificación, dirigido por el profesor José Rafael Ruiz Arrebola de la Universidad de Córdoba, reveló conocimientos innovadores sobre las antiguas prácticas funerarias romanas, ¡sin mencionar la conservación del vino!
El equipo de investigación inicialmente sospechó que el líquido podría haber sido vino, pero necesitaba confirmarlo mediante un análisis químico riguroso. Realizado en el Servicio Central de Apoyo a la Investigación (SCAI) de la Universidad de Córdoba, el análisis, que acaba de publicar la Revista de Ciencias Arqueológicas: Informes, se centró en diversos factores, entre ellos los niveles de pH, la ausencia de materia orgánica y la presencia de sales minerales y sustancias específicas. La comparación de estos resultados con los vinos modernos de Montilla-Moriles, Jerez y Sanlúcar proporcionó las primeras pistas, informa The Guardian.
La identificación dependió de la detección de polifenoles, biomarcadores presentes en todos los vinos. Utilizando técnicas avanzadas, el equipo identificó siete polifenoles específicos que también se encuentran en vinos contemporáneos de la misma región. La ausencia de ácido siríngico, un polifenol que se encuentra en los vinos tintos, indicaba que el vino antiguo era blanco. Sin embargo, los investigadores observaron que la ausencia también podría deberse a la degradación con el tiempo.
Fig. 1. (a), (b) Cámara funeraria. (c) Urna en el nicho 8. (d) Caja de plomo que contiene la urna. (e) Líquido rojizo contenido en la urna. . (Revista de Ciencias Arqueológicas: Informes) |
La tumba, un mausoleo circular, probablemente perteneció a una familia adinerada y estaba situada a lo largo de la carretera que conecta Carmo con Hispalis (la actual Sevilla). Los restos óseos encontrados en el interior pertenecían a dos hombres y dos mujeres, junto con otras dos personas cuyas identidades siguen siendo desconocidas.
El vino conservado se encontró en la urna con los restos óseos cremados de uno de los hombres, lo que destaca una importante distinción de género en las costumbres funerarias romanas. Popsci explica que enterrar huesos en una urna llena de vino era un ritual de entierro popular entre la élite romana.
En la antigua Roma, a las mujeres generalmente se les prohibía consumir vino, práctica que se reflejaba en el contenido de las urnas funerarias. Mientras que la urna del hombre contenía vino, un anillo de oro y fragmentos de hueso, la urna de la mujer contenía joyas de ámbar, un frasco de perfume con aroma a pachulí y restos de tela de seda. Estas diferencias subrayan los rituales específicos de género y las normas sociales de la época.
La excepcional conservación de la tumba se debió al entorno sellado que evitaba la contaminación, lo que ha garantizado que el vino permanezca intacto durante milenios.
La identificación del origen del vino, aunque difícil debido a la falta de muestras contemporáneas, se vio favorecida por el análisis de las sales minerales en el líquido. Estas sales coincidían con las encontradas en los vinos blancos modernos de la antigua provincia de la Bética, concretamente de la comarca de Montilla-Moriles. Esta conexión pone de relieve la larga tradición vitivinícola de Andalucía y su importancia histórica.
El descubrimiento del vino más antiguo del mundo ofrece un vínculo tangible con el pasado, proporcionando información sobre las vidas y costumbres de la antigua época romana.
Autor Rosa Célleri
Imagen de portada: El vino antiguo fue descubierto en este recipiente de cristal, dentro de una cesta de plomo. (Revista de Ciencias Arqueológicas: Informes)
Comments
Post a Comment